Santo Domingo
El impacto del Politécnico en Artes Julio Alberto Hernández, ubicado cerca de la Yagüita del Pastor, uno de los sectores vulnerables de la ciudad de Santiago, se ha reflejado en la historia de éxito de varios egresados de allí; pero, según su director Yanet Cruz, varias limitaciones no les permiten desarrollarse mejor.
“Hemos logrado rescatar a muchachos de un barrio tan vulnerable como es Pastor Abajo y la Yagüita del Pastor”, comenta Dania Martínez, maestra y encargada de pasantías de este centro educativo, que lleva nueve años funcionando. Asimismo, de comunidades como Cienfuegos, Las Charcas, La Barranquita, entre otras.
Sin embargo, la poca adecuación de la infraestructura para la modalidad y los limitados espacios en Santiago para que estos estudiantes, que actualmente son más de 500 en aquel centro, continúen su formación profesional luego del bachillerato, son algunas de las problemáticas que les preocupan.
“Muchas veces hay que trabajar en los pasillos, porque el ministerio, el distrito, la regional no entiende que esta modalidad necesita espacio”, advierte Martínez. Esto también es así para Anny Samir, maestra de artes escénicas, quien alega que su salón de clases debería adaptarse a la materia que imparte.
Allí, los salones de música no cuentan con aislantes acústicos, por lo que el sonido suele interrumpir otras clases. Tampoco tienen un almacén donde guardar los materiales utilizados en las obras y que pueden ser reusados en futuras ocasiones.
De acuerdo con Cruz, hace apenas cinco meses que se les proporcionó fondos para manejar, el cual ha sido utilizado para suplir a la escuela de una fotocopiadora y neveras pequeñas, pero que aún hacen faltan abanicos y otros recursos básicos que permitan un mejor funcionamiento.
Jóvenes logran salir adelante
Según algunos maestros, a estos jóvenes el arte les ha ayudado a salir de su situación económica, luego de emprender sus proyectos, vender sus creaciones e integrarse a conjuntos típicos de música.
